Buen día nos dé Dios.
El verano también ha llegado a las redes sociales que son el pulso de este mundo que nos rodea.
Ahora se comparten fotos, publicaciones, de sitios, lugares, momentos, donde la alegría y la diversión se hacen más palpables.
Atrás quedaron esos meses recios, llenos de penumbras, melancólicos donde el frío nos dirige a una vida más de interior, más de dentro de casa.
Y debo reconocer que es bueno que así suceda pues todo es necesario. No todo tienen que ser tristezas, amarguras, melancolías y tampoco no todo puede ser como en verano porque resultaría falso y por exceso o por defecto también algo cansino.
Dicen que en el término medio está la virtud lo que pasa es que muchas veces o no llegamos o nos pasamos.
Busquemos en nuestra vida ese necesario término medio donde ni todo es tan negro, ni tan blanco pues todos somos diferentes y por tantos exclusivos creados a imagen y semejanza de Dios.
Lo que es bueno para mí no tiene que serlo para ti. Pongamos nuestros esfuerzos en lo que nos une con respeto y Amor.
Inundemos las redes de cosas buenas porque las malas ya las tenemos en los telediarios.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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