Buen día nos de Dios.
Hoy no he visto amanecer en Villaluenga aunque me puedo imaginar la belleza que ha regalado y más desde que el cielo sabe que Jesús está recién nacido.
Pienso que hoy que ya ha pasado todo el fragor del día de la Navidad es extraordinario para pensar como vamos a cuidar a este niñito que está recostadito en su pesebre y envuelto para que el frío de la noche no cale sus frágiles huesos.
Pienso que es un día maravilloso para explicar a los más jóvenes de cada casa la importancia de este Nacimiento ya que ha pasado todo lo que a festines se ha tratado.
Pienso que sería bueno en que inculcáramos en nuestras casas, en nuestros ambientes el por qué estamos tan contentos en Navidad y pienso que deberíamos concienciarnos de la importancia de que la alegría y la felicidad que ahora podamos sentir no es cosa de unas horas, unos días, sino de todo el año pues lo que seguimos a este recién nacido debemos ser felices siempre porque Jesús no vino al mundo para ofrecer tristezas sino salvación.
Pero ser del Niño Jesús no es llevar una vida fácil donde todo lo tengamos hecho porque este pequeñín que hoy reposa y duerme tranquilamente vino a dar un latigazo de Amor a un mundo viciado por intereses y el mundo, queridos hermanos, no ha cambiado nada en dos mil años. Cielos y tierra pasarán pero la Palabra que nos hizo partícipes Jesús no pasará por muchos que intenten eliminarlo de nuestras vidas.
Bueno, para esos que tanto han "luchado" con identificar la Navidad con los regalos, Papa Noel, con la clara intención de distraernos y así de esta manera eliminar al Niño Jesús de nuestro día a día les pregunto, ¿Ahora qué?
Pues Ya Papa Noel está en su casa, los elfos descansando y el Niño Dios sigue en el pesebre. Para los que no quieren a Dios ya se acabó la Navidad y para los que estamos con Dios ahora ha empezado.
Bueno, dejo la reflexión que parece que el Niño se está despertando y hay que seguir mimando a cada segundo a quien en una cuna hecha de madera y paja es el Salvador, el Mesías, el Señor.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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