jueves, 24 de diciembre de 2015

24 de diciembre. Esperando a que Nazca.



Buen día nos de Dios.
Sí, aquí estoy en casa esperando que nazca. Estoy intranquilo aunque deseando que llegue ese momento. Nacerá a la vida y nos la dará a nosotros. Dice que un niño la cambia y el que viene os puedo asegurar que la CAMBIARÁ.
Cuando ya esté con nosotros nada será lo mismo, no puede serlo. Estoy deseando escuchar su primer "ajjo" que será el más precioso villancico jamás cantado.
Sí, precioso mío, Vida en mi vida, no sabes cuanto te quiero, te necesito, te venero. Daría mi vida por la tuya si hiciera falta pues no hay nada más grande que el poderlo hacer.
Estoy deseando mirar tus ojitos, llenarme de tu pureza, impregnarme de tu olor, saborear tu sonrisas y calmar tu llanto.
Estoy deseando que nazcas para tenerte de una vez en mis brazos.
Sí, hoy me siento como José y María, nervioso y algo preocupado porque a esta hora no sé donde ni como vas a nacer. Mereces hacerlo en una cálida casa, con chimenea, como las de mi bendito pueblo de Villaluenga del Rosario aunque creo que lo vas hacer en un portal, en una fría cueva, solo con la calidez que te darán el mulo y el buey así como el calor desprendido a base de amor de tus padres José y María.
Si, estoy algo nervioso porque necesito sentirte e impregnar cada poro de mi piel del Amor que desprendes por los cuatro costados.
Yo, por si acaso tengo mi puerta medio abierta por si escucho que llaman a ella.
Esta noche nos nace el NIño Jesús. Si llama a tu puerta: ¡¡Ábrele!!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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