lunes, 7 de diciembre de 2015

6 de diciembre.




Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
Hoy domingo nos luce un buen día, soleado y cálido a la vez que a estas alturas de diciembre en esta parte del mundo no estamos acostumbrados aunque habrá, como dicen los cursis, que ir acostumbrándose a los "nuevos escenarios".
Nuevos escenarios si nos fijamos detenidamente es lo que podemos comprobar en estos días pre-navideños.
Muchas luces iluminan las populosas calles de nuestras ciudades aunque se mire por donde se mire no hacen referencia explícita a lo que se está celebrando: ¡La Navidad!
Es decir las luces que alumbran las calles de las ciudades nos invitan a vivir una Navidad laica donde el Niño Jesús ni nace ni se le espera.
Esto es ir con el "paso de los tiempos" nos anuncian los que llevan años instalados en un idea que está destruyendo al mundo: ¡El buenismo que es la pantalla del laicismo que nos quieren imponer a toda costa!
Hay que respetar a las otras confesiones religiosas, hay que tener en cuenta lo que sienten nuestros "hermanos" musulmanes, hay, hay... ¡Ay!
Y poco a poco vamos perdiendo nuestras señas de identidad, nuestras raíces, nuestros orígenes, nuestro pensamiento es cambiable, nuestras creencias nos la quieren hacer que no sea inamovible.
Quieren cambiarnos el espíritu de la Navidad por el espíritu de lo comercial y así nos va...
Echo de menos esos alumbrados donde las estrellas se unían a las coronas y los motivos eran más propios con las fechas del Nacimiento del Niño Jesús que ahora que son preciosas obras de arte de la luminotecnia aunque no anuncian nada sino que solamente alumbran, iluminan e invitan a los paseantes a no se qué.
Hasta el Nacimiento, los tradicionales belenes, han sido derogados de los sitios públicos y en el mejor de los casos los arrinconan hasta pasar totalmente desapercibidos.
Sí, esconde al Niño Jesús que no olvidemos es el motivo de la Navidad y se da el protagonismo a unas luces muy bonitas, también caras y que no anuncian nada.
Yo, la verdad que me quedo con la Pureza de lo Auténtico de mi bendito pueblo de Villaluenga del Rosario con su bonito, sencillo, acogedor alumbrado que nos muestra esa estrella que brilló hace más de dos milenios porque en el mundo, en Belén, nació un Niño que cambió la historia y la razón de la misma para siempre y eso es una cosa, querido hermano, que no se puede ocultar por más que algunos no paren de intentarlo.
Os deseo un buen Domingo, Día del Señor. Paz y Bien.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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