Buen día nos de Dios.
Sembrar es fácil lo complicado viene después porque hacer que germine y vaya creciendo hasta hacerse un árbol fuerte y robusto es cuestión de mucho trabajo, paciencia, ingratitudes y sacrificios aunque cuando al cabo del tiempo con el cansancio propio a nuestras espaldas nos sentamos bajo su sombra quedamos reconfortado por todo el tiempo que le hemos dedicado.
Algunas veces eres el encargado de sembrar para que otro coja el fruto y eso aunque sientas satisfacción por haber contribuido a su desarrollo no puedes menos que sentir melancolía por no estar junto a quién le dedicaste tantas horas.
Esa es la vida, esa es nuestra vida: Sembrar para que con dedicación se den buenos frutos y que sean en cantidad.
Y esa es la vida de mi querido hermano Pedro Luis Llera Vázquez que hoy celebra su cumpleaños, el de un permanente y dedicado sembrador que cuida cada semilla que tiene a su cargo para que se conviertan en frondosos y fuertes árboles con el que no puedan ni vientos ni mareas.
Aunque al final el sacrificio habrá merecido la pena.
Eres un ejemplo de hombre entregado a la misión que en cada momento tienes encomendada y siempre para Mayor Gloria de Dios.
Es un honor compartir apostolado, amistad y fraterna hermandad con un auténtico propagador de nuestra fe.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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