sábado, 20 de junio de 2015

desde el tren. 20 de junio. A mi Madre.



Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
Día de sol y soleado, día caluroso y cálido, día donde la expectación y la tranquilidad se unen de la mano en mi bendito pueblo de Villaluenga del Rosario donde la normal tranquilidad se verá alterada por la corrida de toros de esta tarde que siempre genera un interés más allá del Caíllo y todo lo que supone preparar con amor y dedicación la Romería de la Divina Pastora que se celebrará mañana en esta bendita tierra.
Hoy sábado día de María ofrezco este y todos los días para que Ella en su Infinito Amor y Bondad nos proteja de todo lo malo, de todo cuanto nos pueda hacer daño, de todo los que nos hiera.
María es la Mejor Pastora que sabe llevar con dulzura a su rebaño, María, la siempre Inmaculada, abraza en sus maternales brazos a Su Hijo para que sienta su calor. Ese abrazo maternal es el que todos sentimos en nuestro corazón de tan piadosa y entregada Madre.
Doy gracias al Señor de que todavía mi madre de aquí en la tierra esté viva, a pesar de su ancianidad, pues es fuente de vida y de mi vida así como haberme dado por Madre Eterna a la Suya.
Recuerdo que siendo muy niño me quedé huérfano de padre y en ese momento mi madre se convirtió en un todo para sus cuatro hijos. Recuerdo que ella era siempre la última en comer pues lo poco o mucho que hubiera eran para sus hijos y algunas veces vi con los ojos de mi infancia como se comía tan solo un mendrugo de pan o las sobras. Recuerdo como se sacrificaba en todo para que nosotros tuviéramos estudios, formación, cultura que al pasar de los años nos abriría puertas porque el saber no solo no ocupa lugar sino que te lo da. Recuerdo cuando salíamos y nos sentábamos en algún bar, me acuerdo de "La Primera de la Isla" y nos pedía una tapita de ensaladilla y ella nunca comía porque llevaba el dinero justo para dar ese "capricho" a sus hijos, recuerdo..., recuerdos de Amor y Entrega sin medida.

Y eso es mi madre y también María, que es la representación de todas las madre del mundo que saben sacrificarse por sus hijos, los tienen siempre a su cargo y nunca descansaba de nosotros porque su tiempo era el nuestro, su vida, su existir era nuestra vida y nuestro existir porque mi madre y la Madre de todos cuida de cada uno de sus hijos hasta la extenuación, hasta llegar a dar el Amor más absoluto y total que existe.
Y esa Madre es la que saldrá mañana sobre una bonita y sencilla carreta para dirigirse hasta la finca "Mata Ruiz" donde en medio de la gente sencilla y noble de corazón celebrar la Santa Eucaristía o lo que es lo mismo la Entrega de Su Hijo a cada uno de nosotros para después en torno a Ella convivir en comunión todo el pueblo, todo su rebaño, todos sus hijos.
Bendita Seas Madre del Cielo, de la Tierra y de todos, Bendita sea siempre mi madre y la de todos y cada uno de vosotros querido hermanos.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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