miércoles, 10 de junio de 2015

desde el tren. 10 de junio.




Buen día nos de Dios. 

Es tan necesario poner nuestras vidas, nuestros anhelos en las manos de María que nos trata y cuida como lo que somos: ¡Sus hijos! 

Para María no hay distinción alguna y nos quiere a todos por igual porque ha engendrado al Amor y lo reparte a todos. ¡Con Ella no hay medias tintas! 

Tanto amó Dios al mundo que entregó a Su Hijo para nuestra salvación y Éste a su vez lo hizo con su Madre para que la cobijaramos en la casa de nuestro corazón y desde ese momento fuese también la nuestra. 

Y desde ese día María está involucrada en nuestra vida creamos o no porque para Ella solo existe Amor filial.

El no creyente se está perdiendo la oportunidad de gozar de María en vida y los que tenemos el inconmensurable don de la fe creo que no somos conscientes del grado de pureza del Amor de María. 

Aún así va desprendiendo tanta fe, tanta devoción, tanta entrega de corazones abandonados en sus brazos. Personas sencillas y humildes, personas llena de auténtica e imprescindible piedad popular acompañan con sus rezos a las distintas advocaciones de María con gozo instalado en el alma. 

Jesús sabía el Bien que nos hacía al entregarnos a Su Madre.

María, siempre Madre Inmaculada protege a todos tus hijos estemos donde estemos y seamos como seamos.

Santísima Virgen Maria bajo las advocaciones de Carmen y Rosario: ¡Ruega por nosotros! 

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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