Buen día nos de Dios.
¡Ojalá supiéramos ser tan fieles como lo fue San Juan Bautista con Jesús!
Cuando hablamos de fidelidad parece que hay algo que nos choca y hace que nos echemos hacia detrás.
Es verdad, la fidelidad es compromiso permanente e inalterable por eso hay tantas "lealtades" y tan pocas "fidelidades".
¿Por qué nos da tanto miedo el comprometernos? Nos creemos tan libres que pensamos que la libertad absoluta es no comprometerse a nada ni nadie y eso es sencillamente una falsedad.
Lo que nos ocurre es que no nos conocemos lo suficiente y eso hace que las dudas afloren donde tienen que haber certezas.
Certeza como el salto que pegó Juan el Bautista en el vientre de su madre Isabel cuando la visitó María.
Certeza la fidelidad extrema de Juan que prefirió la muerte antes que ser infiel a los postulados del Señor.
En esta vida hay que ser creíbles en nuestra vida, en nuestro testimonio, en nuestro particular día a día y eso se transmite siendo fiel a lo que creemos y en quienes creemos.
¡Ojalá tuviera la fe y la fidelidad de San Juan Bautista!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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