Buen día nos de Dios.
¡ Defiende con el alma a quién quieres, en quién crees, cuanto eres!
Porque si a la vida no le ponemos entusiasmo para que los pilares que son básicos para cada uno de nosotros después vemos que todo en lo que creemos y queremos se puede diluir como azucarillo en el agua.
Si nosotros no defendemos nuestra forma de pensar, de creer, de ser o estar podemos preguntarnos con cierto recelo si alguien de fuera lo piensa hacer.
Si cada uno defendemos con la pasión de las palabras y el testimonio de vida nuestro pedacito de terruño nadie podrá atreverse a robarnos lo que es tan nuestro como nuestra fe, nuestras tradiciones, nuestros símbolos.
En los tiempos que vivimos donde se relativiza absolutamente todo y todo tiene un valor, una consideración lo que es más sagrado e intocable se puede sustituir con "opciones" alternativas que benefician a un minoritario interés general.
Mucho de lo que pasa es también responsabilidad nuestra porque en tiempos de calma no hemos luchado lo suficiente para que lo que debe ser intocable deje de serlo.
Por eso os pido, mis queridos hermanos, que seamos consecuentes y coherentes a la hora de defender nuestra Fe, nuestra Patria, nuestra forma de vida y pensamiento aunque para nosotros, que somos hijos de Dios, nuestro Reino no es de este mundo mientras estemos en él debemos trabajar a destajo para servir a todo y a todos sin excepción poniendo todas nuestras fuerzas por defender cuanto queremos y creemos.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Quiero dedicar esta reflexión a mi apreciada y admirada amiga Sofía De Borbón en este día tan especial para ella. ¡¡Muchas felicidades!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario