Buen miércoles nos dé Dios.
Perdonad la hora pero es que hoy no me he levantado con buen pie... Una de mis crisis digestivas es la razón.
Cuando Dios te da ese necesario "toque de atención" en el cual te aconseja echar un poco el freno en tu vida, lo mejor es hacerle caso porque si no lo haces al final el que paga el plato eres tú.
Cuando uno se encuentra así, cuando las fuerzas no le acompañan, suele pasar muchas horas en la oscuridad y os diré que según mi experiencia cuando estoy a oscuras prefiero no pensar sino dormir u orar. No me gusta la oscuridad pues soy diurno y me embelesa cada retrato que queda grabado en mi memoria del día con sus luces y con su color.
No, no me gusta la oscuridad sino la penumbra. En la penumbra me encuentro a gusto pues puedo llegar a ver sin ver del todo, puedo llegar a pensar sin distracciones, puedo llegar a descansar sin perderme un ápice de vida...
Puedo mirar ese lienzo que recoge mi bendito pueblo de Villaluenga del Rosario y cerrando los ojos ver a sus gentes, sus paisajes, sus callejuelas empinadas y tantas enseñanzas de las que me nutro a cada instante.
Sí, pienso que en la vida es aconsejable pisar el freno y sentarte en medio de la penumbra para poder ver todo con más claridad.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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