Buen día nos dé Dios.
Cuando comienzas una semana que está cargada porque es mucho lo que tienes que hacer entras en tensión y con la predisposición mental de que no va a ser "buena". Siempre tendemos a adelantarnos a los acontecimientos y eso es un punto más hacia la infelicidad que podamos sentir sin ninguna necesidad.
Eso es lo mismo cuando algunos piensan más en el futuro, en lo que tiene que llegar, en esa cita que te apetece mucho, ese acto que asistes como invitado, ese momento que piensas vas a disfrutar y gozar como nunca lo has hecho.
De tanto pensar en el futuro lo que pasa es que no estamos perdiendo el presente, el aquí y ahora, que en verdad es lo que estamos viviendo, es donde podemos poner nuestro granito de arena para construir esa base de felicidad y bienestar no solo para disfurtarla nosotros sino también quienes nos rodeen pues la Felicidad si no es compartida deja de serla.
Si pensamos que esta semana es mala o es buena porque tenemos o no que estar en ese lugar que nos cuesta o no nos apetece, si no tenemos ni un segundo para el descanso o hay que visitar a Hacienda que aunque te devuelvan no es plato de gusto para nadie, estamos predestinando momentos de nuestras vidas que a lo mejor ni son tan malos o engorrosos o no disfrutas tanto como pensabas cuando planeabas asistir a ese acto que esperabas ver y ser visto aunque al final ni una ni otra cosa.
No hay que pensar tanto en el futuro sino vivir al 100% el presente y en ambos casos poner todo en manos de Dios porque por nosotros mismos no vamos ni a la vuelta de la esquina...
¡Feliz lunes y semana!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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