Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Aquí, en este bendito Pueblo, llueve copiosamente desde hace varios días. Ya se ven los ríos recorrer sus cauces, las correntías discurren haciendo surcos en los campos, la montaña adquiere un gris más oscuro y el verde de la vegetación parece más frondosa, más verde, más intenso.
He leído en estos días de Navidad algunos mensajes que manifestaban esa clase de amargura de quienes viven y sobreviven con tristeza.
¿Triste Navidad? ¿La vida es una penuria? ¡Por Dios así no podemos encarar la existencia!
Pienso debemos ser personas alegres y encarar la vida con esa alegría propia de la Esperanza. La Alegría de la Fe, la Alegría de los que creemos en Cristo porque Jesús es en definitiva la Buena Nueva, la Mejor de las Noticias.
No hay informativo, no hay noticiero, que haya ofrecido mejor noticia que el ángel que se apareció a los pastores para decirles que había nacido Jesús, esos ángeles que anunciaron a las mujeres que el mismo había Resucitado. Dos momentos, dos noticias que nos cambiaron la vida para siempre.
Hay momentos en los que se puede estar tristes pero no podemos ser tristes de condición.
Por eso la vida no es triste, no puede ni debe serlo, la vida es ilusión, alegría, amor y Esperanza y cuando te quieran hacer daño la vida es Perdón y Caridad.
Hoy el día está gris, llueve, hace frío por estos lares del mundo, pero todo está bonito, precioso, con esa Belleza natural que ilumina hasta en los días más nublados.
Feliz viernes.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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