Buen miércoles Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Hoy sí se me han pegado las sábanas y no tengo ninguna disculpa. Reconozco me he acostado de madrugada y me he levantado al mediodía.
Me he pasado casi medio día durmiendo que para muchos será una auténtica pérdida de tiempo, también lo creo si es por norma, pero algunas veces es necesario descansar para que el pensamiento fluya con más libertad, como más oxigenado, en la mente.
Queremos comernos horas de sueño, de estar con quienes quieres, de saborear la buscada soledad, de tus propias aficiones... ¿Y para qué?
¿Qué vamos a conseguir viviendo como máquinas? Necesitamos descansar, necesitamos Vivir que no es ni por asomo lo que hacemos a diario.
Muchas veces creo que vemos la vida pasar como si estuviéramos sentados en un tren. Nosotros vamos en el vagón pero no podemos distinguir nada más que una imagen difuminada donde los colores se mezclan y otro color que es inexistente y por supuesto el ser humano no está ni se le espera.
Por eso de vez en cuando hay que pararse, respirar, mirar, absorber cada instante, saborear los momentos, tener tiempo para ti, para los demás, para Dios...
Algunas veces hay que mirar agradecido a quienes te hacen feliz y siempre están contigo y con gestos y miradas suplican en demasiadas ocasiones que ellos también existen.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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