Buen día nos dé Dios.
Por frío, por nieve, por lluvia, por humedad, por sol siempre es bueno ir resguardado.
Cuando el frío nos envuelve nos abrigamos y cuando el calor llega nos desabrigamos pero hoy me gustaría hablaros de ese ir reguardado que no queda en un sombrero, una gorra o una capucha.
Hoy quiero hablaros de ir resguardado por el camino del mundo con la Fe.
Sí, la Fe en ese Niño que nos nace en unos días, ese Niño que cuando se hace Hombre pasa de la cuna a la Cruz para morir perdonándonos a todos, ese Niño que resucita al tercer día y hoy está allá en eso que llamamos Cielo junto al Padre y está aquí en cada Iglesia, en cada Sagrario, así como en nuestros corazones que quema como zarza ardiente cuando se hace presente por su Palabra.
Esa Fe es la que nos resguarda cada día de nuestros días y en ese Fe no encuentras frío ni calor, ni hace viento, ni llueve, nieva ni el viento te molesta.
Esa Fe que es Esperanza al igual que María cuando el ángel del Señor le anunció que sus entrañas serían el palacio escogido por Dios para concebir tan preciosa Criatura. Esa Fe hecha Esperanza es el mejor resguardo que podemos tener todos los que tenemos a Cristo como principio y fin de nuestras vidas.
Esa Fe que es Esperanza en el Amor que el Bendito Niño nos tiene y que nosotros debemos expandir en este mundo que anda en demasiadas ocasiones como ovejas sin necesidad de pastor pues nos creemos autosuficientes, nos creemos creadores, nos creemos dioses impostados de limitadas fuerzas y mediocres horizontes.
Sin Amor aquí se acaba todo, sin Esperanza la vida no se vive de la misma manera, sin Fe no vale la pena casi nada.
En estas Fiestas que deberíamos celebrar el Nacimiento de Jesús se ha convertido poco a poco en una fecha destacada para el calendario turístico y comercial dejando sin sentido lo que en verdad da Sentido a todo esto. Jesús Nació en una gruta, con la máxima humildad, y nosotros celebramos su cumpleaños con demasiados lujos y en demasiados casos sin tener al Niño en cuenta.
Mi resguardo en esta vida no es un sombrero sino la Fecha hecha Esperanza en el Amor a Jesús que en estos días se vuelve a convertir en un sencillo y frágil Niño.
¿Y para tí? ¿Cuál es tu resguardo?
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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