miércoles, 4 de octubre de 2017

4 de octubre. Que no me empeñe en ser comprendido como en comprender.

La imagen puede contener: 1 persona, barba, anteojos e interior

Buen día nos dé Dios.
Según va pasando los días estamos TODOS más crispados, más desilusionados, más molestos, más cansados...
Y no solo con los que han salido de tiesto, los que están matando las esperanzas, los que tengan la cuerda hasta los límites de romper la cuerda por nuestro lado sino entre semejantes, entre los que defienden lo mismo aunque piensen distinto, los que se consideran amigos y lo que es peor, hermanos.

Hay un mal ambiente generalizado y eso se nota hasta en el estado de ánimos de cada cuál.
Y cada día que pasa me acuerdo del "profético" libro de mi querido José Manuel Otero Novas "El retorno de los cesares" que recomiendo su lectura pues siempre estamos a tiempo para aprender un poco más...
Pienso que el maligno está ganando la batalla pues está haciendo que un clima de odio recorra cada calle de cualquier lugar.
Y en tiempos revueltos lo mejor es pedir a Dios nos dé la Paz empezando por la de espíritu que es la gran transformadora de todo.
Hablo de Paz y recuerdo a San Francisco que nos dejó esta preciosa oración que rezada despacio, haciéndola tuya es un pequeño ejercicio espiritual que hace podamos estar en un pequeño oasis en medio de la sequedad y aridez del desierto que envuelve hoy por hoy nuestras vidas:
"Señor, haz de mí un instrumento de tu Paz: Donde haya odio, ponga yo Amor, donde haya ofensa, perdón, donde haya discordia, ponga armonía, donde haya error, ponga yo verdad, donde haya duda, ponga yo la Fe, donde haya desesperación, ponga yo Esperanza, donde haya tinieblas, ponga yo la Luz, donde haya tristeza, ponga yo alegría. Que no me empeñe tanto en ser consolado, como en consolar; en ser comprendido, como en comprender; en ser amado como, como en Amar. Porque dando se recibe; olvidándose de si, se encuentra; perdonando, se es perdonado; muriendo se resucita a la Vida".
Con esta particular reflexión a modo de buenos días también aprovecho para felicitar a quienes llevan por nombre el de Francisco de Asís.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario