Buen día nos dé Dios.
Quién siembra vientos recoge tempestades y eso es lo que este mundo lleva sembrando desde que es mundo...
Hoy han vuelto las esperadas lluvias pero lo ha hecho con una contundencia que en verdad asusta.
La madrugada se ha oído rugir el cielo y nuestros ojos han contemplado un firmamento encendido por los relámpagos mientras la lluvia caiga con fuerte virulencia.
Y es que pasamos del frío al calor en un santiamén pues parece que ya no existe el entre tiempo que es una forma de llamar a la moderación.
Los moderados estamos siendo aislados por los que viven en la radicalidad, en los que no admiten segundas o terceras opiniones, los que ven solamente la cara de las cosas que quieren ver.
La moderación es vital para una sociedad demasiada empantanada en tantos sentidos. La moderación huye de la injusticia pues le gusta la verdad
En estos tiempos tempestuosos que anidan en el mundo es más que necesario el vivir la moderación en gestos, obras y palabras pues hay que pensar que ninguno tenemos la verdad absoluta aunque algunos si puedan tener más libertad que otros.
En lo único que ansío y quiero vivir de forma radical es en vivir la Fe, el Amor que Dios nos regala a cada instante. Ser radical en ofrecer obras buenas a todos pues la Felicidad debería ser prioritaria en un mundo tan triste y apagado.
Y no olvidemos que la Felicidad y el Amor que perdura es el que viene De la mano de Dios.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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