Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Llevo unos días más cansado de lo habitual y con colon algo irrascible aunque a pesar de eso me levanto todos los días con la misma ilusión para seguir aportando mi granito de arena en este mundo tan bonito que algunos nos quieren viciar como sea.
Y es que en la sociedad donde nos movemos todo tiene un matiz de mal pensamiento y de crear la duda donde no la hay.
Cuando digo que mi aparato digestivo no funciona o que el amplio abanico de disfunciones gástricas me afectan y molestan en ocasiones más de la cuenta siempre hay alguno que me dice más en público que en privado: ¡Claro, si no comieras tanto!
La verdad es que antes me defendía pero ahora no lo hago pues pienso que a ciertas personas cuantas más explicaciones les puedas dar más se cierran en su opinión.
Si supieran esos que critican hasta que uno pueda estar enfermo que mi comida se centra en el almuerzo porque desde hace ya muchos meses he perdido completamente el apetito...
Las fotos que muchas veces pongo son de las esporádicas ocasiones que voy a un restaurante conocido o de un amigo al que así le doy una oportuna y merecida publicidad aunque al final deguste un plato y lo más sencillo posible porque después del paladar queda la digestión y eso en mi caso va para largo...
¿Qué es lo que he querido decir con esta explicada reflexión? No es por supuesto contar mis "males" que al fin y a la postre todos conocéis sino que por mucho que digas, hagas o todo lo contrario siempre habrá alguien que pondrá la duda sobre ti.
Y es que entre todos estamos convirtiendo este mundo en un estercolero donde cuanta más inmundicia mejor.
Ese no es el que veo cada vez que abro la ventana y mi mirada se fija en ese horizonte donde la Esperanza está tan presente. El que yo quiero y vivo es un mundo apasionante donde todavía queda mucho por hacer y sobre todo dar y regalar obras de Amor que en definitiva es Felicidad.
Y a ver si poco a poco los mal pensados vuelven a ese precioso redil de ver y vivir en un mundo mucho mejor.
Feliz sábado.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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