domingo, 8 de febrero de 2015

desde el tren. 8 de febrero.





Buen día nos de Dios.

El sol nace con fuerza en el cielo de Villaluenga del Rosario mientras el manto blanco de la nieve caída durante el día de ayer permanece en los tejados, prados y montañas creando una imagen digna del mejor de los cuadros que podamos contemplar.

Este majestuoso e impresionante lienzo tiene un autor que es el mejor pintor que se conoce y que con sus pinceladas nos ofrece a diario inimaginables imágenes que se guardan para siempre en la retina de nuestros recuerdos.

Este extraordinario pintor al que nadie le reconocen sus obras se llama Dios.

Lo que vemos a diario hasta lo más ínfimo es obra del Creador del Cielo y de la Tierra y nada sucede porque tenga que suceder.

Ayer fue un día de mucho trasiego en mi bendito pueblo pues se llenó de visitantes en busca de la nieve y hoy también se espera un aluvión de personas que ya sin el peligro de una climatología adversa disfrutar de la nieve que aún sigue como una gran alfombra blanca.

Ayer y previsiblemente hoy este querido pueblo generará riqueza y también trabajo y todo sin ningún coste ni siquiera inversión sino por un regalo de Dios que hizo que ayer nevara convirtiendo cada copo en puro oro blanco.

Lógicamente estos días son muy adversos y llenos de dificultad para los ganaderos que tienen que cuidar a cada uno de los animales que tienen a su cargo pues todo se vuelve más peligroso y el trabajo se redobla. Están permanentemente en mis recuerdos y oraciones.

Cuando nos asomemos a la ventana nuestra de cada día y admiremos el cielo que puede verse limpio, cercano y diáfano aquí en la montaña o escondido entre rascacielos en las ciudades, observar su color que cambia en cuanto cierras y abres los ojos, cuando nos recreemos en el mar inmenso o perdamos nuestra vista en los campos y montes se creará un paisaje que recordaremos y cuyo autor pasará desapercibido. Dios ha hecho todo eso para que nosotros y nosotros estamos obligados a cuidarlo y preservarlo.

Dios está en todo y con todos aunque nosotros no queramos verlo ni sentirlo y Él es que crea cada instante para que nosotros lo vivamos en plenitud.

Debemos empezar a dar su sitio a Dios porque por justicia se merece que nosotros le demos su sitio en nuestra vida.

Hoy quiero dedicar esta reflexión a mi bendito pueblo de Villaluenga del Rosario por ser simplemente como es. Hoy todos los que amamos cada rincón de este privilegiado lugar tendremos a la Virgen de los Dolores vestida con sus mejores galas para que vayamos a verla, a rezarle, a implorarle, a decirle y a contarle lo que Ella sabe de antemano. Hoy es un día muy especial, sigue siéndolo aunque haya cambiado todo, porque la dolorosa de Villaluenga será más que nunca para los vecinos de la misma que la cuidan, rezan, hablan y miman durante las 24 horas de los 365 días que tiene el año. Hoy es un día especial aunque en fervor y devoción no es más que el resto de los días.

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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