viernes, 13 de febrero de 2015

desde el tren. 13 de febrero. ¡Feliz fin de semana!




Buen día nos de Dios. 

Cuando llega el fin de semana se nos cambia el carácter y todo nos parece mucho más llevadero. 

Es como un punto y seguido necesario para nuestras vidas donde tenemos tiempo para nuestras familias, nuestras olvidadas ocupaciones e incluso para nosotros mismos. 

Aunque hacer tanto en tan sólo cuarenta y ocho horas es difícil no importa. 

Tenemos que tener en esa lista invisible que nos ronda la cabeza durante la semana el tener tiempo para Dios, para la necesaria oración y también para asistir y celebrar la Eucaristía que es salvación a la vez que restaña las heridas de nuestros corazones. 

Hoy es viernes y a todos se nos refleja la alegría en la cara: Los abuelos verán a sus hijos y nietos, los padres disfrutarán de sus hijos, las parejas uno de otro, los amigos de la amistad, el solitario de la soledad y todos de alguna manera de Dios. 

Un buen paseo, leer ese libro que espera que lo cojas, estar con los que quieres o disfrutar del silencio de la soledad deseada sin Dios en tu vida se puede hacer pero no sentirás esa alegría plena que se tiene cuando percibes Su Amor en tu alma. 

Hoy es un día espléndido para ser felices, o al menos intentarlo, porque siéndolo se da gloria al Señor. 

¡Buen fin de semana a todos! 

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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