Buen día nos de Dios.
¡Dejemos que Dios nos ame!
Nosotros que estamos siempre anhelando el que nos quieran, el recibir amor que es comprensión, fraternidad, hermandad, cariño, complicidad no somos capaces de admitir el Amor de Dios porque nuestros corazones parecen que van por otros caminos.
Anhelamos el amor aunque seamos muy huraños dando amor. Queremos ser queridos, prestigiados, reconocidos y admirados por todo lo que hacemos aunque nosotros no somos capaces de hacerlo con el que justamente está a nuestro lado.
Para ser amado primero hay que amar, para ser reconocidos primero hay que reconocer, para ser verdaderos hermanos primero tenemos que vivir con espíritu de hermandad y para saber lo que es el Amor puro y verdadero primero tenemos que dejar que Dios nos ame.
En un mundo necesitado de Amor y de Paz es precisamente no lo que no damos a los demás y menos a nosotros mismos porque si yo no estoy en paz conmigo mismo como puedo ofrecer esta a los que me rodean.
Hagamos que nuestros corazones sean eso: ¡Corazones! No nos pidamos y exijamos más de lo que podemos dar, de lo que podemos ofrecer, no intentemos llegar a las metas que no son nuestras metas porque nos crea frustración y desesperanza que es el primer paso hacia la inseguridad de sentimientos y también de pensamiento.
Anhelamos el Amor pero no somos capaces de verlo en los ojos de los que nos rodean, necesitamos ser Amados pero no permitimos que Dios entre en nuestras vidas para quedarse por tiempo sin límite.
En este domingo día del Señor cuando vayamos a la Santa Misa y comulguemos el Sacratísimo Cuerpo de Jesús tenemos recibirlo a corazón abierto, con intenso amor devocional, con alegría de que su Cuerpo vuelve a estar en los nuestros y así de este modo dejarnos Amar por el que es Todo Amor.
Recibid, mis queridos hermanos, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Esta reflexión se la quiero dedicar a mi queridaCarmen Garcia Amigueti en el día de su cumpleaños que es un día inmejorable para vivir en el Amor del Señor y de todos sus seres queridos que la rodean. ¡Felicidades!
Dios me ha llevado hoy a subirme a este tren y leer la hermosura de ser guiados por El, el único y verdadero AMOR NO AMADO, como u día grito San Francisco de Asís. Gracias a Dios por llevarme hoy a leer este blog. Aquí está Dios, en este tren está Dios. Dios le bendiga.
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