martes, 24 de febrero de 2015

desde el tren. 24 de febrero. Perdona y serás perdonado.




Buen día nos de Dios. 

Si el Señor al final de los tiempos nos juzgará en el Amor, ¿que estamos haciendo nosotros con nuestras vidas?

Hoy Jesús vuelve a enseñarnos como debemos rezar, nos vuelve a recordar la importancia de la supremacía de la oración como puente entre Dios y nosotros. 

Me entristece que personas de fe me confiesen que no rezan porque "no tienen tiempo", un sentimiento de aflicción me envuelve cuando alguno me dice que el mundo va por otros derroteros como para perder el tiempo en rezar el Rosario, el ángelus o hacer un rato de Adoración ante el Santísimo. 
Si no tenemos tiempo para Dios no lo tenemos para nadie. 

Ante la dureza de corazón y de "mollera" Jesús nos exhorta a rezar-hablar con nuestro Padre Celestial con palabras sencillas que son las que salen del corazón. 

Cristo ahonda en el Perdón como muestra inconmensurable del Amor. 

¿Pedimos perdón, perdonamos, somos perdonados? 

Dios si perdona a sus criaturas somos nosotros los que no lo hacemos con nuestros hermanos porque estamos henchidos en el malsano orgullo que mata por dentro y por fuera. 

Perdona y serás perdonado, Ama y serás Amado.

En esa sencilla fórmula se concreta la vida para llegar a vivirla desde la auténtica y verdadera plenitud. 

Sólo Jesús con Su Amor y Perdón es capaz de curar nuestros corazones afligidos y llenos de amargura. 

Padre Nuestro que estás en el Cielo...

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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