Buen día nos de Dios.
¡ Señor, contigo siempre hay cobertura!
Estamos en la sociedad digital dónde la comunicación y estar comunicados forma parte de lo indispensable de nuestro vivir.
Parece que cuando se nos va la cobertura o nos quedamos sin Internet llega a nosotros una especie de orfandad.
Nos sentimos solos aunque estemos rodeados de personas porque nos hemos vuelto adictos al exceso de información ya sea buena o mala.
Al final queda quienes están a tu lado, los que sientes cerca, los que puedes apretar su mano.
Hay que dar a Dios lo que es de Dios, al Cesar lo que es del Cesar, a Internet lo que es de Internet y a las personas que están junto debemos entregarle nuestro amor, nuestro cariño y el demostrarles a diario que son parte indispensables de nuestra vida.
Cuando vayas a almorzar con tu pareja, amigo o quien sea destierra el móvil y el ordenador de ese instante porque quien tienes junto a ti es mucho más importante e interesante que lo que te pueda decir en ese momento el Sr. Google.
Dios llama todos los días a nuestra puerta así como las personas que nos quieren y nos necesitan, estemos atentos a escuchar las campanadas que alimentan de verdad nuestra vida.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Dedico esta reflexión a mi querida Inés Montero Romero en el día de su cumpleaños. ¡Muchas felicidades!
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