Buen día nos de Dios.
Ayer en Misa de imposición de Cenizas a la que asistí el sacerdote celebrante dijo una cosa que impacto en mi corazón y que me ha hecho reflexionar.
Al llegar al rito de la Paz no permitió que nos la diéramos unos a otros pues nos conminó a un "ayuno" de Paz y que hasta el Jueves Santo, Día del Amor Fraterno, así cómo la Vigilia Pascual no volveríamos, o volverían los feligreses de esa Iglesia, a darnos la Paz.
¡Ayuno de Paz! Es muy duro decir, comprender e incluso realizar aunque desgraciadamente es lo que está pasando en el mundo.
La Paz como Paz va desapareciendo de la faz de la tierra y no le estamos echando cuenta y sólo sentiremos que nos falta cuando simplemente no exista.
La Paz es un concepto tan amplio que parece que no va con nosotros y precisamente es a nosotros los que nos corresponde ponerla en práctica.
Vivir en Paz y hacer vivir la Paz a quienes están junto a nosotros debe ser un deber primordial de necesario cumplimiento por el Bien de todos sin excepción.
Si todos ponemos nuestro granito de arena el mundo como tal se irá nutriendo de la misma siendo mucho más habitable para todos.
Pero para vivir en la Paz primero debemos sentirla anidar en nuestro corazón y eso se consigue cuando permites que Dios entre en ti con todas las consecuencias.
El ayuno de Paz es algo más fuerte que el no darnosla en Misa aunque pienso que son muchos los que necesitan de ese rito, de ese gesto, que lo sienten en lo más profundo de sus corazones y el privarlo de ello no pueden llegar a comprenderlo pues no entienden que entre hermanos en el Amor de Dios esta no exista.
Que no se quede en un rito, un gesto sino que vayamos a más y hagamos que la Paz que nos da Dios nos transforme para hacernos instrumentos útiles de Su Amor.
Recibe un fraternal abrazo que Dios nos siga bendiciendo y como hermano te doy la Paz.
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