Buen día nos de Dios.
Tenemos que aprender a escuchar aunque no lo hagan con nosotros.
Hay días que tienes que cumplir tus obligaciones, responsabilidades, compromisos y cuando más enfrascado estás viene esa persona que necesita hablar cortando de raíz con lo que estabas haciendo.
Y estamos obligados a escucharlo porque el que seas tu y no otro el escogido para ser depositario de lo que nos quieran decir es un auténtico regalo de Dios.
Cuando escuchamos a los demás tenemos que ver en él el reflejo de la mirada de Dios.
¡Hay tantas personas que necesitan hablar y ser escuchadas! ¡Hay tanto silencio egoísta en el mundo!
Al parecer ahora lo que prima es el YO y el TÚ no existe. Estamos en una sociedad tan individualista, tan fría y tan alejada de todo sentimiento que nos estamos volviendo sordos y ciegos ante los problemas de los demás.
Los que sentimos a diario el Amor de Dios estamos obligados a escuchar a todos aunque a nosotros no nos escuche nadie. Perdón, Jesús que es el Amigo que nunca falla siempre nos escucha y también nos habla.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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