Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Ahora que hemos empezado septiembre, ahora que los niños y jóvenes vuelven a tener la mente en el estudio, los mayores en los trabajos, quienes lo tengan, ahora que hasta el tiempo cambia y el sol se vuelve más melancólico, más macilento, ahora que de nuevo "empieza" el curso que es lo mismo que decir que se estrena año de actividades, ahora es cuando hay que replantearse la vida de otra manera y verla desde otro necesario color.
Estamos recorriendo un camino que nos puede parecer corto o largo, duro o fácil, cansino o apasionante, pero ese es nuestro camino.
Y el camino hay que andarlo porque quedarse parado para verlas venir es una tontería amén de una pérdida de tiempo.
En ese camino unas veces estaremos acompañados, otras con nadie, pero nunca estaremos solos pues Dios es eterno acompañante.
Ese camino hay que vivirlo desde la entrega más absoluta, desde la pasión más entregada, desde esta visión de dar más que esperar recibir, de entregarte más que aprovecharte, de servir más que de ser servido, de vivirlo desde esa posición de no creerte que eres mejor que nadie, vivirlo desde el cariño y no creyendo mereces medallas, títulos u honores que son fardos muy pesados para llevarlos a cuesta.
Por eso os invito a caminar conmigo, a vivir vuestra vida con pasión y agradecimiento, de servir a los demás desde la gratuidad, desde el desinterés, desde esa clase de Amor que hace caminemos en Paz y recorriendo cada palmo con una sonrisa en el alma.
¡Feliz lunes y semana!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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