Buen día nos dé Dios.
Afrontamos un nuevo día y muchos dirán que con sus problemas...
Sí, porque a veces nos quedamos pegados a esa tela de araña donde solo vemos las dificultades, las vicisitudes, los problemas que nos acucian, que nos agobian, y esa oscuridad no nos deja ver la claridad que también existe en el bosque.
Somos tan miopes que vemos nada más que lo que tenemos delante y por eso mismo nuestro horizonte es demasiado corto.
Que cada día tiene sus problemas, por supueto que sí, que tenemos que afrontarlos, no nos queda otra, pero decir que solo existe eso sería exagerarlos por un lado y mentir a la misma realidad por otro.
Cada día tiene algunos problemas y mil cosas en la que fijar nuestra atención que merecen la pena ser vividas, mil cosas por la que entregarnos, mil cosas para servir desde la gratuidad del corazón, mil cosas para sentir, para admirar la Belleza, para vivir intensamente la oración, esa relación tan directa con el mismo Dios, mil cosas para fijarte en nuestros hermanos que muchas veces los tenemos decuidados pues necesitan una pizca de atención.
Un impagable amanecer o una melodiosa atardecida, un paseo en medio del silencio o una charla con personas que quieres y admiras, la brisa de la sencillez o disfrutar de un día de lluvia mientras lees ese buen libro, la música que embelesa los sentidos o sentir y dar Amor para notar su verdadera calidez.
Mil cosas todos los días para vivir y entre ellas algunos problemas que habrán que afrontar y que tendrán solución inmediata o no pues todo, tanto lo bueno como lo menos bueno, debemos dejarlo en manos del Señor para que siga haciendo en nosotros según su voluntad.
Sí, afrontamos un nuevo día con algo de preocupación pero sobre todo con ilusión, con alegría, con Fe y Esperanza.
¡Feliz viernes!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario