Buen día nos dé Dios.
El verano va cerrando un año más sus puertas para dejar entrar al otoño que es el pasillo que nos introduce en el invierno. Pienso que cada estación del año es necesaria en nuestras vidas porque si fuese verano todo el año terminaríamos hastiados de él y eso no por culpa de nada ni nadie sino que el ser humano desde sus orígenes es sumamente inconformista y se cansa hasta de lo bueno.
Dentro de muy poco veremos esta imagen que preside mi reflexión de cada día que en verdad tiene su belleza pues el agua de lluvia caída hace que los riachuelos se abran paso por medio del campo ofreciendo mensajes que nos evocan la Esperanza y la Vida.
Esperanza y Vida...
No hay Vida sin Esperanza ni Esperanza sin Vida y por eso no entiendo, no entra en mi cabeza, que hayan tantos deseando robarnos la Esperanza de cada día, cercenar la Vida en toda su amplitud instalando un itinerario, ahora la llaman "cultura", de la muerte donde el ser humano vale cuando vale si es que vale algo alguna vez.
Niños que no nacen porque molestan, porque consideramos el futuro del mundo totalmente prescindible, enfermos, ancianos, que también son condenados a morir porque cuestan mucho al ¿sistema?
Nos quieren esclavizar, nos quieren sacar hasta el tuétano, nos quieren por lo que podemos valer y después cuando ya no servimos por los años y por los padecimientos "leña al mono" que además de ser de goma y no vale para nada.
Sí, esta percepción del mundo real, del de hoy en día, está prefijada desde hace muchos, muchos años, desde principios de siglo pasado aunque no la han hecho público sino que la han ido abonando según pasaban los años y ahora vemos "normal" el aborto, la eutanasia, la ideología de género, la dictadura de pensamiento, la negación y abandono del mismo Dios...
¿Y por qué todo esto? Pues porque nos quieren robar la Esperanza y Vida que es regalo directo y diario del gran enemigo del mundo, del más perseguido, del que quieren aniquilar aunque todavía no lo han hecho, del que se dice de todo pero al final todo lo dicho queda destrozado y esparcido por los suelos... Dios es el enemigo número 1 del mundo y todos los que en Él creemos, en Él nos confiamos, en Él ponemos nuestros afanes, en Él nos apoyamos para hacer llegar a otros su Mensaje, somos también perseguidos, condenados, ajusticiados, por un mundo que no es que rinda culto al dinero, sino que huele al mismo diablo... Pero, desde que el mundo es mundo sabemos quién ganará la batalla... ¿Verdad?
¡Feliz viernes! ¡Feliz día lleno de esa Esperanza y de esa Vida que todos necesitamos para seguir adelante!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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