miércoles, 26 de septiembre de 2018

26 de septiembre. Trabajar como camino de santidad.

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Buen día nos dé Dios.
Perdonad las horas pero es que el día está siendo demasiado intenso y esto hace que no tenga tiempo ni de mirarme.
Eso en algunas ocasiones es buena señal pues pasa demasiado pronto y otras no tanto porque piensas no te va a dar la vida para terminar lo que te han encomendado.
Pero al final poniendo empeño, usando los conocimientos que tienes, teniendo voluntad y poniendo tus fuerzas en Dios la cosa sale según lo previsto, cumpliéndose los plazos, y quedándote tranquilo que por lo menos por tu parte has cumplido.
No sé si eso será un perfil de personas de una época porque la verdad sea dicha, salvo excepciones, veo a las nuevas generaciones demasiado confiadas. Los ni ni se han convertido en una realidad social. Estos jóvenes que ni estudian ni trabajan se dedican a perder un tiempo que no les corresponde con la anuencia de los propios padres que les consienten esos "capricho" entre ellos el de no da un palo al agua.
Que diferencia con mi época en la que no había ni ni ni nada de nada. O estudiabas o trabajabas y en el mejor de los casos ambas cosas. Yo empecé muy pronto tanto a lo uno como a lo otro y hoy disfruto de lo que he conseguido, hoy valoro las personas que ponen en valor su vida, que hacen cosas por los demás, que trabajan según el cometido que tengan a su cargo.
Esto es cosa de todos no lo podemos olvidar porque después cuando el sistema de bienestar se vaya al traste, porque entre uno y otros nos los hemos ido cargando, vendrán diciendo eso tan renombrado de que la culpa es de la sociedad. Y yo les pregunto si ellos son parte de la sociedad porque si es así son grandes responsables de lo que nos suceda.
Trabajar como camino de santidad en también ser testigos y evangelizadores en nuestro día a día.
¡Feliz lunes!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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