Buen día nos dé Dios.
Cada día que pasa me fío más de mis certezas y pongo en el congelador mis incertidumbres para de este modo coger suficiente distancia que me haga reflexionar.
Me gusta leer entre líneas. Soy de los que pienso que yo no tengo la verdad absoluta y de este modo sé que nadie la tiene salvo Dios. Respeto la libertad de los demás para opinar y expresar lo que gusten. Con algunos estaré de acuerdo y con otros difiero en casi todo. Con unos y otros aprendo y mucho porque lo único que sé es que a estas alturas de mi vida no sé nada.
Me gusta leer entre líneas y por eso soy más de observar, pensar, tomar mi decisión y después actuar. Esa ha sido una regla en mi vida, esa es mi propia personalidad y a estas alturas no creo vaya a cambiar.
Hay mucho que me crea perplejidad aunque lo único que permanece duro como una roca es mi Fe que es cien por cien vivencial. Mi fe en Dios está ante y sobre todo y nada ni nadie, por mucho que se mueva en la ciénaga de crear dudas, corrompe un corazón enamorado de Cristo.
Las personas podremos fallarnos unos a otros porque somos cambiantes y sobre todo aunque no lo reconozcamos anida en nosotros todo lo que nos aleja de la mansedumbre y humildad que nos enseña Jesús con palabras y obras.
Pero estemos seguros de que el único que no nos falla es Dios que permanece junto a nosotros siempre aunque algunas veces hagamos o pensemos como lo hacemos de forma voluntaria o no.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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