Buen día nos dé Dios.
Todos necesitamos restañar nuestras heridas, olvidar ese pasado que nos pesa y hace sufrir, que nos angustia y entristece.
Nada de lo ocurrido tiene derecho de hacernos desgraciados y más cuando nos ha venido de rebote.
La vida es muy corta aunque pensamos lo contrario porque nos vemos con fuerzas para hacer y deshacer a nuestra voluntad.
Y la vida no es tan luenga como creemos pues eso tiene la enfermedad que nos va situando en la realidad de las cosas.
Esto es cosa de "cuatro días" y ya hemos consumido dos y medio. Por lo tanto tenemos que pedir al Señor para que nos ayude a olvidar, perdonar y sonreír a corazón abierto cada vez que amanece.
Lo que ayer ocurrió no se puede cambiar pero hoy, ahora mismo, Dios nos ofrece una nueva oportunidad para hacer las cosas bien. Si queremos claro está...
No pensemos tanto en el pasado, afrontemos nuestro presente para encarar con esperanza el futuro que es, si Dios lo permite, mañana mismo cuando vuelva amanecer.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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