Buen día nos dé Dios.
Algunas veces si "prestas" oído a las conversaciones de los que te rodean rara vez escuchas expresiones de alegría, jocosas que nos invitan al buen humor.
Hemos entrado en una dinámica donde todos son quejas, mal humor, desgana...
No tenemos ni idea el mal que nos ha hecho la maldita crisis que aparte de arrasar con nuestros bolsillos también ha destrozado el ánimo, la ilusión e incluso la esperanza de tantos y tantos.
Desde que amanece hasta que caemos rendidos por el sueño afrontamos la vida en color negro y si eso sentimos por dentro después sale para fuera.
No olvidemos que para transmitir a los demás tenemos que vivirlo en primera persona. Si estás triste, angustiado, enfadado eso es lo que puedes ofrecer y en cambio si en tu interior vives con esperanza, alegrías, ilusión es lo que transmites con solo mirar a los ojos.
Procuremos que en nuestro corazón anide siempre la alegría, la esperanza, porque siempre ocurre algo, un pequeño "milagrito " cuando menos te lo esperas que hace que a pesar de todos los pesares puedas confiar en la condición humana.
Y hoy, por las cosas que Dios, he sido testigo involuntario de un gesto de humanidad, de bondad, con personas que en un momento estaban muy apurados.
"Portate bien con la gente y la gente se portará contigo".
Esa es la frase que le dijo hoy el bienhechor a quienes ha ayudado en un gesto que hace que confiemos en los demás porque cualquiera en cualquier momento te ofrece y da una sonrisa.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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