viernes, 11 de noviembre de 2016

11 de noviembre. Porque la vida son tres días...


Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Ayer el día terminó en hoy. Los días pueden ser largos o cortos y no tiene nada que ver si duermes más o menos horas.
Hay días muy intensos en lo emocional, en lo vivencial, en los que las horas pasan volando y otros donde el tedio habita por cada rincón.
Ayer fue uno de esos intensos, de los que vale la pena haber nacido para haberlo vivido.
Y hoy que ha amanecido demasiado pronto pienso que también lo será pues lo viviremos junto a personas muy queridas que están ávidas de Villaluenga, de su gente, de su entorno...
Que la vida son tres días es una verdad como un templo, que ya tenemos consumido uno y medio también lo es, que hemos malgastado mucho es simplemente la realidad pero en el día y medio que nos queda tenemos tanto que hacer, tanto que ofrecer, tanto que dar que solo por eso hay que dar gracias a Dios de que nos permita abrir la ventana nuestra de cada día para ver amanecer.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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