Buen día nos dé Dios.
Uno pase lo que pase siempre tener claro sus orígenes, de donde proviene, quién es sin trampas ni cartón.
El que quiere olvidar su pasado está apartando parte de su vida que por no recordarla no quiere decir que no haya existido.
Igual que hemos nacido y crecido en una familia, en un lugar determinado también somos de donde somos y aunque al final decidas vivir donde Dios disponga no es bueno ni deseable olvidar de donde somos originarios.
Y si no debemos olvidar nuestras raíces tampoco nuestra Fe que forma parte de las mismas.
Ser cristianos, ser católicos viene en nuestro particular ADN y querer obviar y eliminar esto no sólo no corresponde a la realidad sino que se falsea la propia historia.
Ser cristianos es serlo de totalmente no sólo por raíces sino por convicción, porque así lo crees.
Ser cristiano es ser cien por cien de Cristo y asumir su Palabra de Vida que transforma la nuestra y de qué manera.
Ser cristiano de origen y de Fe que se entrega a la hermosa misión encomendada a cada uno de nosotros y aunque pueda parecer que es ínfima es porque lo miramos todo con los ojos del mundo y no sabemos que en lo pequeño es como Dios manifiesta su inmensidad.
La foto que ilustra esta meditación simboliza mis orígenes isleños, pues en el libro está la Calle Comedias que no puede ser más de La Isla, y mi Fe que ha crecido a la vera del Convento del Carmen y a la Virgen que lleva este nombre. El Rosario es de Tierra Santa, de monte Carmelo.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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