Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Hoy en esta tierra tan bonita, en este pueblo prendido en la montaña, se celebra una de las fiestas más auténticas y tradicionales: El Toro de Cuerda.
Serán miles de personas los que se acercarán para presenciar en persona lo que es la singularidad de ver a un toro bravo recorrer las coquetas calles de este blanco pueblo.
Y cuando hay tanta gente en tan poco espacio siempre se pide que los que vienen colaboren atendiendo y cumpliendo las normas de seguridad que desde el Ayuntamiento, la Policía, los miembros que componen la organización así como la pertinente junta de seguridad han planteado para que todo salga bien.
¿Por qué algunas veces somos tan reacios a cumplir con esas normas que lo que pretenden es velar por la seguridad de todos? Si somos requerido por alguien para algo le ponemos mala cara, le hablamos con frialdad y después criticamos sin parar? No, esa es una actitud llena de prepotencia, soberbia y un orgullo que no debe existir nunca y menos cuando tu comportamiento pone en riesgo el de muchos.
Esto no solo sucede en fiestas como estas sino en todos los órdenes de nuestra vida como cuando vamos por carretera y demás...
No estamos solos en el mundo y por tal no podemos hacer lo que nos de la gana.
Nunca olvidemos que el respeto es esa frágil línea que se traspasa casi sin darse cuenta y cuyos efectos son perniciosos con todos y especialmente con el que la ha infringido.
Bueno, pasad un feliz sábado y los que vengáis a Villaluenga todo lo mejor.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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