Buen día nos dé Dios.
Hoy es un buen día para parar, acercarte al arcén y recoger momentos, instantes e incluso personas que un día fueron importantes en tu vida y que por el discurrir propio se alejaron o dejamos atrás.
Este necesario proceso hay que hacerlo con cuidado para hacerlo bien pues no todo es necesario en nuestras vidas.
Aquello que nos perjudique, que nos haga peligrar esa senda de vida en la que estamos, que nos aleje de nuestra forma de pensar e incluso de creer tenemos que obviarla aunque no abandonarla pues no podemos volver la cara a lo que no nos guste así como así.
Es bueno para el alma el volver la vista atrás, dar la mano y empezar a caminar de nuevo con la alforja liviana en pesares y el corazón henchido de ilusión y alegría.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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