miércoles, 24 de agosto de 2016

24 de agosto. Las señales de Dios.


Buen día nos dé Dios.
Hay que estar atentos y saber interpretar las señales que nos hace Dios cada día.
Siempre nos quejamos cuando algo no nos sale bien, estamos contrariados y siempre que acabamos con la lista a quien echar la culpa nos acordamos de Dios y le increpamos.
Le pedimos al Señor tal o cual cosa porque consideramos nos es imprescindible y cuando no lo conseguimos nos acordamos de Él pero en el peor de los sentidos.
Y todo porque nuestra ceguera, nuestra soberbia no nos deja ver las señales de Dios que son más claras que las que nos encontramos en los caminos pero que nosotros no sabemos interpretarlas.
A nuestras peticiones siempre es solicito aunque no nos da lo que queremos sino lo que mejor nos conviene como buen Padre.
Y sus señales son sencillas como Él quiere que seamos nosotros.
Mirad un ejemplo: Hace unos años iba a coger un tren determinado, tenía el tiempo demasiado justo y si lo perdía debería esperar una hora más.
Caminaba muy deprisa y cada ciertos metros me encontraba con taxis que iban transitando por las calles que recorría.
Así los veinte minutos largos que duró mi agónico trayecto. Veía que no cogía el tren y le pedía a Dios que me permitiera llegar a tiempo.
Llegué cuando el tren salía. Lo perdí por un minuto!!
Le dije al Señor: Por un minuto!!! Y entonces recordé los taxis libres que pasaron justo a mi lado. Si hubiera cogido alguno hubiera llegado a la hora a mi casa.
Los taxis eran las señales de Dios y mi ceguera hizo que perdiera el tren con el consabido retraso en todo.
Estemos atentos pues Él está siempre con nosotros.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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