14 de noviembre. En los brazos de Jesús.

Buenos días Villaluenga.

Buen día nos de Dios.

Hoy que es un día donde se entremezclan muchos sentimientos y algunos encontrados tras la masacre perpetrada en Paris por el fanatismo islamista quiero, necesito, acogerme a los brazos protectores de Jesús.

Porque en Él encuentro la paz, el sosiego, la tranquilidad perdida por el derramamiento de tanta sangre inocente.

Porque en Él encuentro el Perdón y el Amor que solo Cristo sabe dar en estos momentos de tribulación e incertidumbres.

Porque en Él sé que todos somos acogidos como hermanos pues nos quiere por igual, seamos quienes seamos, y por todos nosotros dio y sigue dando su Vida.

Porque en Él, en sus brazos protectores comprendemos que sin entender nada por todo lo que está sucediendo en este mundo, encontramos nuestro cobijo, nuestro hogar.

Sentirte querido por el Señor y hacer que ese Amor se propague al resto de nuestros hermanos, de nuestro prójimo, de todos los que sufren y los que caminan en paz.

Y sentirte de Cristo es acercarte al Sagrario y rezar con Él y en Él sin temores porque nadie mejor que Jesús para comprendernos, amarnos, perdonarnos y darnos fuerzas para seguir adelante.

Y seguir a Jesús es hacerlo tuyo mediante la oración, la evangelización, la entrega a nuestros hermanos, a nuestro prójimo porque de nada nos sirve sentarnos delante de Él cuando nos hemos olvidado de los que sufren, de los que pasan cualquier tipo de necesidad, de los que tienen instalados el dolor en sus vidas, de nuestros hermanos.

Cristo nos quiere mansos y humildes de corazón. Quiere que nos abajemos de nuestros "pedestales" y nos pongamos a servir. Nunca olvidemos que en Jesús encontraremos nuestro descanso. En sus brazos redentores que continuamente nos abrazan encontramos la paz, el sosiego, la alegría, la esperanza, el perdón y el Amor que hoy debemos sentir muy en lo hondo de nuestras almas ofreciendo nuestros pensamientos, recuerdos y oraciones por las víctimas de la masacre de Paris y por todos nosotros porque el Mal nunca ha vencido al Bien. Dios siempre se impone a base de Amor, mucho Amor.

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.