miércoles, 2 de enero de 2019

2 de enero. Somos tan insensibles...


Buen miércoles Villaluenga.
Buen miércoles nos dé Dios.
Sin lugar a dudas el año empezó como terminó: Con un tiempo precioso donde se puede divisar el gris con el verde en la montaña y un cielo celestón que quita el sentido.
Tiempo de disfrutar del tranquilo asueto quién pueda permitirse el lujo, tiempo de alejarse del mundanal ruido, que en estos tiempos es mucho, para encontrarte con esa clase de paz que buscamos muchas veces sin llegar a encontrar...
Ayer hablando con unos amigos recordaba un hecho que me pasó hace 4 años y que os puedo decir que viví en primera persona lo que es la falta de sensibilidad e incluso rechazo que le tenemos a las personas que sufren, a los enfermos.
Estaba en Madrid haciéndome las últimas pruebas diagnósticas que depararon en mi urgente intervención quirúrgica. Eran las más molestas, las que necesitaba tiempo...
Me hicieron la "famosa" manometría esofágica que es sumamento molesta pues durante la misma se pasa una sonda delgada y sensible a la presión a través de la nariz, a través del esófago, y hasta el estómago.
Esto se sujeta con esparadrapos por nariz y parte del pómulo para que la sonda no se mueva.
Y así salí a la calle pues tenía que hacer vida normal, incluso tomar esos productos que nunca tomaba porque había que medir el nivel de reflujos gástricos...
La verdad es que era algo aparatoso visualmente hablando. Con esas me subí al metro y me senté en un asiento. Este iba atestado de gente, como suele ser normal, pero a mi alrededor no había nadie...
Los que se acercaban a mí se les ponía cara de estupefacción y se marchaban enseguida. Ahí comprobé, el grado del nivel de insensibilidad que tenemos todos para con los enfermos...
Estamos en una sociedad que está pintada tan bonita que todo lo que suponga dolor, sufrimiento, pesares, está de más. Nos han hecho creer que la vida es para gozar y ser feliz a toda costa y cuando uno cae enfermo o se es mayor se elimina y basta...
Estamos en una sociedad hedonista que solo se mira lo bonita que es y no quiere pensar, menos fijar su mirada en el sufrimiento, en la pobreza, en los que son perseguidos y humillados, en los sacrificios, porque todo te lo dan como si fuesemos perrillos que buscan su sustento...
Pero esto no es real, la realidad es un todo que se une lo bueno y lo malo, la salud y la enfermedad, las alegrías y las tristezas, la vida y la muerte... Y esa realidad es la que nos compete vivir.
Solo pido a Dios que no sea insensible a los padeceres de mis semejantes como esos que con su gesto o su vacío dejaron solo a una persona en el metro en hora punta por llevar una sonda nasogástrica...
¡Feliz 2 de enero que de siempre ha sido se ha conmemorado el Dulce Nombre de Jesús!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario