Buen día nos dé Dios.
Hoy quiero escribir una reflexión que ha merodeado mi mente toda la noche: La vigencia en el tiempo del Amor.
Dicen que del amor al odio solo hay un paso, ese paso que va desde el desamor, por las causas que sean, al rencor por la situación vivida. Por eso pienso que lo más acertado sería decir "del desamor al odio tan solo hay un paso" porque el Amor, el verdadero, el que se siente sí o sí, ese no te puede llevar al rencor, al odio, a la desdicha sino a la gratitud...
En días que nos vemos rodeados de tantos intereses, que cuanto más tienes más vales, que cuanto más eres, mayor es tu grandeza, que si eres de los míos serás premiado y si no... ¡Riéte de las ganancias que te esperan! En un mundo cada vez más pestilente porque somos nosotros mismos el que lo ensuciamos con nuestras podredumbres, en un mundo donde prevalece la mentira y muchos de los que alzan la voz tendrían a su vez que estar más calladitos porque puede que de tanto escupir para arriba algún escupitajo retorne y le dé de lleno. En este mundo de "aquí te pillo, aquí te mato" parece sobrar el Amor al que hacen ver como algo caduco, antinguo, pasado de moda, que ya a estas alturas no tiene vigencia... Pobre de un mundo que se pregunta ¿Qué es el Amor'
La vigencia del Amor verdadero tiene nombre y se llama eternidad. Quién Ama de verdad lo hace para siempre porque en vida y también en la muerte se sigue Amando.
¿Cuántos no recuerdan con gratitud y Amor a ese ser querido que ya no está con nosotros? Precisamente por el Amor que sentimos hace que aunque el hueco se note vacío y su presencia más presente es el Amor el que hace que los añoremos desde la emoción, desde los sentimientos, desde el corazón...
Reconozco que ante la falta de mis mayores, mis seres más queridos, he sufrido un dolor, un vacío, que con el pasar del tiempo se ha ido convirtiendo en gratitud hacia lo que me enseñaron, hacia lo que hicieron para que fuese quién hoy soy, hacia el Amor que me dieron y que yo dudo le pueda corresponder en esa cuantía alguna vez en mi vida...
Si, la vigencia del Amor es la Eternidad porque para el Amor verdadero no existen límites ni tiempo...
Y ese Amor, demostrado con hechos y también palabras, es el que le profesan mi querida Elisa Escudiery sus hijas Laura Garofano Escudier y Marieli Garofano Escudier hacia su marido y padre Donato Garófano Grandal que en el día de ayer se cumplió el segundo aniversario de su fallecimiento, de su marcha a la Casa del Padre. Dos años echándolo de menos, notando su ausencia, llorando y riendo por igual. Dos años queriendo a un ser tan querido cuyo Amor ya ha traspasado la misma eternidad.
Ayer no pude estar con vosotras en la Misa Funeral, recé por su alma y por vuestras intenciones, pero hoy que he escrito sobre el Amor he querido dedicaros expresamente mi reflexión mañanera.
Recibid un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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