17 de enero. Nada es por casualidad...

Buen día nos dé Dios.

Hasta lo que parece más sencillo, más asequible, tiene horas de preparación y trabajo. Nada se nace de la nada y por nada...

Desde ese evento en el que todo parece salir sobre la marcha hasta esa estampa que llevas en la funda del móvil han tenido su tiempo de dedicación y de trabajo.

Siempre me han dicho que para lo mínimo hay que dedicarle incluso más tiempo que cuando se prepara algo más grande. Por ejemplo ante una intervención que tengas que hacer ante un determinado público y esta dure un tiempo mínimo su preparación siempre debe ser incluso mayor que si esta fuese una ponencia con muchos minutos de duración ya que la primera está sujeta a los rigores de un tiempo muy determinado y tienes que ofrecer el mensaje dentro de ese contexto horario. Es mucho más complicado y a la vez dedicado.

Nada de lo que se hace es por casualidad, nada de lo que nos parece tan simple, tan sencillo, quiere decir que no ha tenido horas y horas de estudio, de proyección, de trabajo. Desde lo más ínfimo a lo más grandioso hay detrás muchas personas atando hilos para que todo salga según lo previsto y además sea del agrado de quienes confían en estos.

En la vida si no es con trabajo, con sacrificio, con constancia, no se consigue nada porque nada cae del cielo así por casualidad. Quién crea esto además de totalmente equivocado vive en la irrealidad, quienes piensan estos suelen ser los que no quieren hacer nada, no quieren colaborar en nada, no quieren contribuir en nada pero en cambio protestan por todo porque se creen que el resto estamos obligados a darle cuanto piden por su boca.

El otro día hablando con unos amigos salió el tema de las pagas no contributivas, que ya quedaba menos para cobrarlas, que... Entonces yo les pregunté a ellos: ¿Y cuanto tantos como yo que llevamos trabajando toda nuestra vida vamos a poder disfrutar de una pensión? Silencio, ciertamente incómodo por su parte, pues se ponía frente a frente el valor del trabajo, de la constancia, del sacrificio frente al intentar no hacer nada e intentar aprovecharse de todo.

Piensa que todo lo que se hace tiene su tiempo de preparación.

¡Feliz jueves!

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.