Buen día nos dé Dios.
Hoy a raíz de un hecho que se podía haber evitado una buena amiga me ha dicho que no fuera a perder la Paz.
Perder la Paz? No!!
Tristeza mucha por estar rodeado de tanto odio y rencor que nunca trae nada bueno sobre todo para el que odia.
La verdad os diré que estoy acostumbrado a la persecución y que sé por propia experiencia que no hiere quién quiere sino quien puede. Y en este caso ni lo uno ni lo otro.
La Verdad nos hace Libres y la mentira tiene las patitas muy cortas además de pagar por las mismas un precio a lo mejor demasiado alto.
Cuando a un inocente se le ataca y calla Dios hace hablar hasta las piedras para que se restituya el honor del inocente.
Pues confiemos en Dios.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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