Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Hoy es de esos días en los que la placidez envuelve mi vida. Ese tipo de placidez que deja vía libre a los pensamientos, a los recuerdos, a los proyectos que han de llegar, a disfrutar del momento.
Sí, pienso que no disfrutamos del momento porque siempre estamos pensando en qué hacer y en cómo lo vamos a plantear. Cuánto queda para aquellos o apuntamos unos compromisos que están aun por llegar.
Vivimos como adelantando días y así creemos que somos felices y lo que estamos haciendo es perder todo lo bueno, lo bello, lo único de este mismo instante en el cual estás leyendo apaciblemente esta reflexión.
Está bien con disfrutar con aquello que nos gusta, que deseamos, que llegará si Dios así lo quiere, porque eso también nos hace felices pero hoy te invito a disfrutar de este momento, de vivir hoy la felicidad que se te van brindando en cada instante, con las cosas cotidianas, con las personas que tienes a tu lado...
Mañana ya llegará, si Dios así lo ve oportuno, pero el hoy lo tienes en tus manos no para pasarlo cual pelota sino para vivirlo en toda su plenitud.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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