lunes, 16 de enero de 2017

16 de enero. Pastores.

La imagen puede contener: personas de pie, montaña, exterior y naturaleza

Buen día nos dé Dios.
Observando esta fotografía hecha ayer tarde puedo pensar con más claridad en lo importante que es el pastor para su rebaño.
Los que hemos nacido y vivido gran parte de la vida en ciudad no somos capaces de valorar y menos comprender la grandeza de un pastor. Sus horas con el ganado, su trabajo diario, nieve, llueva o haga un sol de justicia...
Vidas llenas de sacrificios para ofrecer a su familia lo mejor que pueden y de esta manera colaborar para el engrandecimiento del pueblo donde habitan.
Se me viene a la mente nombres como los de Antonio, Diego, Gabriel, Mateo, Jesús, Currín... Nombres y vidas en torno al lugar que ha abierto mis ojos a otra clase de grandeza: Villaluenga del Rosario.
En esa vida sacrificada, dedicada, ofrecida es donde enmarco también a los sacerdotes pues con su labor pastorean un rebaño de almas que buscan desesperadamente ese prado verde que es Dios.
Recemos por ellos, por unos y otros porque todos son necesarios, imprescindibles, en nuestro caminar por la vida.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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