jueves, 11 de septiembre de 2014

desde el tren. A Antonio Manuel Sánchez Sánchez.

Buen día nos de Dios. ¿ Nunca te has quejado en voz alta lo mal que te han tratado y que es una injusticia? Pensemos que en la vida, la mayoría de las ocasiones, recibimos lo que vamos sembrando. Si sembramos Amor nos responderán con Amor, si sembramos rencor con él seremos correspondido. Hay veces que aún a pesar de sembrar bondad y alegría somos correspondidos con dolor, daño e injusticia. Cuando eso te suceda no reacciones con más daño porque eso es otorgar poderes a la Maldad. Tú en cambio, aunque estés triste por la traición, ofrece la mejor de tus sobrisas, abre tus brazos y sigue haciendo el bien aún con aquel que desea o te ha hecho un mal porque si sólo amamos a quienes nos aman ante los ojos de Dios nuestra acción no tiene validez. Seamos depositarios perennes de amor hacia todos nuestros hermanos y en estos están los que nos quieren y los que no nos desean bien alguno. Hoy quiero dedicar mi diaria reflexión a un buen amigo y hermano en la fe que me aporta tanto con su ejemplar labor evangelizadora : Antonio Manuel Sánchez Sánchez. Recibe. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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