jueves, 4 de septiembre de 2014

desde el tren. 4 de septiembre. A Nancy Tamahara Menendez.

Buen día nos de Dios. ¡Qué nos cuesta a veces subirnos a la barca, remar mar adentro y echar las redes! Cuando Dios te pide y pone en tus manos el llevar al mundo, que es un eterno y amplio océano, el anuncio de Su Reino debemos ponernos manos a la obra pues cada segundo perdido en dudas e inseguridades es tiempo perdido para nosotros y para todos los que necesitan conocer ese Reino de Amor que es el de nuestro Padre Celestial. ¿Quién en la vida no ha tenido miedo o dudas sobre subirnos a una quebradiza barca que a nuestros ojos parece muy frágil y en realidad es fuerte, dura y segura por igual? El Señor quiere que echemos las redes, que dé frutos o no es cosa Suya. Nosotros tenemos que obedecer siempre a Dios y evangelizar en todo momento y lugar. El resultado de esa pesca puedes verlo o no porque no lo hacemos para situarnos en ningún podio sino por llevar y compartir la Alegría que es y sentirse un hijo amado de Dios, un discípulo amado de Jesús porque quien conoce y vive en Dios no vuelve a conocer la tristeza, el desasosiego y la desesperanza porque ya ha experimentado en su corazón el inmenso Amor. Esta reflexión diaria se la quiero dedicar a una buena hermana en la fe que me aporta tanto en su dedicada evangelización: Nancy Tamahara Menendez Qué el Buen Dios te bendiga. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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