domingo, 7 de septiembre de 2014

desde el tren. 7 de septiembre. Día del Señor y de la Patrona de Villaluenga.





Buen día nos de Dios. A estas horas la Banda de Ubrique está despertando a Villaluenga del Rosario con los sones de los antiguos payasos de la tele: Gabi, Fofo, Miliki y Milikito. ¡¡Qué años más felices los de nuestras infancia!! ¡¡Qué años donde éramos y pensábamos como niños!! Hoy ya hemos crecido y todo lo que nos recuerde a la infancia no le echamos cuenta aunque cuando nos la recuerdan con música, imágenes o vivencias un halo de emoción se instala en nuestro corazón y hasta nuestras mirada se empaña de nostalgia.

No somos niños aunque Dios nos quiere como si lo fuéramos. El Señor quiere que tengamos el corazón de verdaderos niños para entender ciertamente su Mensaje y Palabra de Vida Eterna. Haciéndonos niños vivimos con más pureza al igual que reconocemos nuestras propias debilidades y limitaciones que todos los días queremos mitigar aunque no podamos. 

Corazón de un niño que recibe el brazo amoroso de un Padre que está siempre con nosotros en todos los momentos de nuestras vidas y que miramos con ojos suplicantes para que nos cuide y nos llene con su ternura.

Corazón de un niño cada vez que vayamos a celebrar la Eucaristía, cada vez que comulguemos sus Sacratísimo Cuerpo, cada vez que nos retiremos a rezar, cada vez y cada minuto que dura nuestra terrenal vida pues en el corazón de un niño no cabe maldad, odio, rencor, perversión sino inocencia, pureza y verdad que es lo que define a Dios como Dios que esto Amor.

Que hoy cuando vayamos a celebrar la Santa Eucaristía nos encontremos, acojamos, recibamos y abracemos a Jesús con un corazón de niño.

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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