Buen día nos de Dios. Después de una tempestuosa noche amanece clareando el día. ¿No hay cosa más bella que ver el cielo brillando por todos los lados? Así debe estar siempre nuestro corazón: Lleno de Luz, lleno de Amor de Dios. Si tenemos a Dios en nuestro corazón os aseguro que se habrán acabado los días oscuros, grises, tempestuosos. Él hará brillar Su Esplendor en nuestra existencia hasta hacernos hombres y mujeres Libres en la Verdad. Que la libertad no te la da un gobierno, ni las leyes, ni un sistema político sino que gozar y vivir la verdadera libertad solo es cosa de nuestro Padre Celestial. Se puede estar prisionero entre cuatro paredes y libre a la vez porque de la libertad que os estoy hablando es más que física, es la que nadie puede apresar ni torturar porque es la Libertad del alma, del pensamiento, del ser como hijos de Dios que somos. Estés donde estés sé siempre Libre en Dios y con Dios porque con Él no existen cárceles, zulos o martirios. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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