Buen día nos de Dios. "Coge tu cruz y sígueme". Esta exhortación nos la hace Jesús cada día. ¡Pero qué difícil es! Si valoramos nuestra Cruz como elemento de pesares, problemas, dificultades y angustias nada más el pensar que tenemos que tomarla, en nuestra absoluta debilidad, se nos hace imposible. Pero si la valoramos tal cual es: Cómo un elemento imprescindible para nuestra salvación, si sientes en ella al Señor que se manifiesta con toda Su Bondad en tu vida, entonces la abrazas y no quieres apartarte de ella un solo instante. Para comprender mejor nuestra Cruz os recomiendo la oración que se transforma en una intensa conversación con Cristo y nuestras máxima defensora: Maria. Rezar en público y en privado, en todo lugar y situación es vivir sin vivir en ti. Bajas una escalera rezando el Rosario y ni te das cuenta porque todo tu ser está en y con nuestra Madre, la Virgen Santísima. Para poder amar hay que conocer el amor, para amar tu cruz hay que conocer cuanto significa para ti y para tu historia de salvación. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario