viernes, 14 de febrero de 2014

desde el tren. 14 de febrero.

Buen día nos de Dios. Arañazos siento en el alma cuando leo la noticia de que Bélgica ha aprobado la eutanasia libre, incluso la infantil, y que todo siga igual. ¿A qué estamos jugando? ¿A ser Dios? ¡Mal va el mundo por estos derroteros! Europa, poco a poco, se va olvidando de sus raíces cristianas y ya es un hecho que este continente se haya convertido en tierra de misión. Nuestros hermanos del Continente Americano nos dan continuos ejemplos de como vivir y evangelizar en la fe, nuestros hermanos de otros puntos del mundo: China, Pakistán, Egipto, África..., están dando ejemplo con sus vidas entregadas al Señor mientras nosotros los europeos vamos perdiendo nuestras raíces, nuestro humanismo cristiano que aquí atesorábamos. ¿Hacia dónde vas Europa? ¿Hacia dónde vamos los europeos? Que lo que está pasando no es de "ahora" ni del "momento" sino que lleva décadas proyectándose en una fina línea de actuación pro-masónica que inunda toda Europa y todas sus instituciones donde Dios no tiene y no quieren que tenga cabida. Hoy en el Evangelio Jesús es claro y conciso: Nos manda a todos sus discípulos, que somos todos nosotros, a anunciar el Evangelio, a trabajar por las mies del Señor y tenemos que hacerlo con ilusión y con alegría en esta tierra donde cada día es más difícil hablar de Dios porque están instaurando la tristeza, la apatía, la incultura y la muerte. Tenemos la mejor noticia que ofrecer a todos: Anunciar por todo el mundo que el Reino de Dios está cerca. Entonces, ¿A qué esperamos para empezar a evangelizar? Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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