Buen día nos de Dios. Terminan cuatro intensos días en Madrid donde se ha mezclado las pruebas médicas, y sus secuelas, con vivencias de fe muy importante asi como he podido experimentar el cariño de todos vosotros que os habéis volcado para que los 72 horas que han durado las mismas sintiera vuestro cariño, calor y prologada oración. Me habéis enseñado a vivir la fe desbordado de cariño. Es en los malos momentos cuando sientes con especial intensidad el Abrazo fuerte de Dios y también la protección de los que quieres y te quieren. Esa es la verdadera amistad, el ser hermanos en un mismo Padre que nos enseña e inculca a diario que dando Amor se recibe el ciento por uno. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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